Tengo un Nokia E65 desde prácticamente dos o tres años. En su momento me pareció que una cámara digital de sólo 3 megapíxeles era escasa para tan buen teléfono pero esto y que tarda bastante en ponerse en marcha eran los únicos peros que tenía mi E65. Tras haberlo usado mucho tiempo y tras muchas caídas y golpes, físicamente el teléfono está perfecto: ni se ha gastado, ni se ha roto o rallado la carcasa. Pero internamente las cosas no siguen igual ya que la batería no dura nada y hay que cargarla a diario. Cuando el terminal era nuevo era un terminal terriblemente útil, pero con el paso del tiempo ha ido gastándose hasta estar pidiendo a gritos que lo reciclen, así que no recomendaría a nadie que se hiciese con él